lunes, agosto 03, 2009
Recorriendo la frontera
El tiempo pasa deprisa y los días se van volando.
Una vez terminada la visita a Ottawa nos dirigiamos al último destino de nuestra ruta por Canadá (o al menos la primera parte), las Cataratas del Niagara.

Las Cataratas del Niagara se encuentran justamente en el lado opuesto del lago Ontario y existen dos maneras de llegar, o por el lado canadiense o por el lado americano, con la peculiaridad de que la diferencia en tiempo (ideal) es de tan solo 6 minutos, muy curioso.

Debido a que a partir del 2 de junio los canadienses necesitan de su pasaporte para cruzar la frontera, y los extranjeros tenemos que pagar 6 dolares, preferimos volver por el lado canadiense y dejarnos de historias.

El camino de vuelta suponían casi 6 horas, pero el único modo de llegar es atravesando Toronto por completo, lo cual estimamos unas 2 horas de atascos. En fin, el primer día lo ibamos a invertir casi totalmente en la carretera, con lo que mejor nos lo tomabamos con calma.

En América es muy típico el encontrarte carteles publicitarios cada 10km indicandote una gasolinera (si es autopista por supuesto), un McDonallds (o Burguer) y un Tim Hortons. ¿Que es un Tim Hortons?. Bueno para aquellos que no lo hayais escuchado, viene siendo una especie de Starbucks (cafeteria), pero muchisimo mas barato, con un cafe muchisimo peor (y ya es decir) pero eso si, con los donuts mas increibles que haya probado en mi vida.

Rellenos de chocolate, con crema, con fresa, arandanos, pistacho, nata, y otros 200 sabores de relleno y de rebozado, toda una gama de donuts de no saber por donde empezar. -¡Los quiero todos!-.
Con una cajita rellena de ellos (a modo de pelicula policiaca), salimos de la tienda y continuamos nuestro viaje.

Como habiamos estimado, cruzar Toronto nos supuso un atasco de tres pares de narices, con lo que no llegamos a Toronto hasta entrada la tarde-noche.

Una vez en el pueblo y camino a nuestro hotel, empezamos a cruzar barriadas y hostales de estos típicos donde matán a un montón de gente o los ladrones guardan al secuestrado, o sencillamente pasas la noche en una carretera.
-Esto... ¿como es el hotel que has reservado?-. -No tengo ni idea, pero espero que no sea asi-..

Pues por suerte no, el hotel resulto ser bastante majete y lo mejor de todo. -¡¡¡Con yacuzzi!!!-. El baño separaba de la habitación con una cristalera enorme desde la que podías ver el sol y ya que estabamos en un sitio muy alto, podias apreciar toda la vega del Niagara, una pasada.

Una vez pegados una ducha y ya entrada la noche, salimos a pasear por las cercanias de las cataratas (sin llegar a ellas), donde pudimos ver un espectáculo de fuegos artificales bajo un gran cielo estrellado, sentados en el cesped de un parque.

-Esto es vida-.

Escrito por javi a las 12:08 p. m. - Ver comentarios

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