viernes, julio 17, 2009
Bon Echo
Encontramos un instituto con un gran campo de futbol donde aparcar y pasar la noche.
Entre vuelta y vuelta revolviendome en el asiento del coche, las horas fueron pasando lentamente hasta que a las 7 de la mañana sin aguantar mas, me desperte con la claridad.

-Diooooos-, me duele todo. Abrí la puerta de una patada y salí a estirarme tras tan horrible noche.
El cielo seguía nublado pero parecia que clareaba. Quizás después de todo no será un mal día.

Los autobuses del colegio comenzaban a llegar, y los intrigados niños se acercaban a investigar porque un coche estaba aparcado en medio de su campo de futbol.
Para que nos vamos a engañar, la noche era tan oscura que no pude divisar las rayas del campo.

Decidimos salir de allí antes de que alguien nos echase a patadas, y nos desplazamos hasta el surtidor del pueblo.
Como no, aquello se trataba de un taller de automoción que como extra tenía un pequeño depósito en la fachada.

Un hombre anciano se sentaba junto a la puerta observando intrigante mientras escupia en un viejo cubo -GIUUU PUAJ ¡clin!-.
Una señora salió a atendernos y tras un largo relleno (dichosos coches grandes) pudimos emprender nuestro viaje hacia el parque natural.

En Canada, como supongo que en todos los paises nevados en invierno, aprovechan las epocas de verano para realizar todo tipo de obras, con lo que las carreteras de todo el pais suelen estar patas arriba llenas de trabajadores.
Si estás interesado en buscar un trabajo como "chico piruleta", no dudes en preguntar en Canada.

Una vez en el parque, y esta vez con alguien en la garita, conseguimos recuperar el dinero del día anterior y por fin, recoger los planos de donde deberiamos de acampar -¡BIEEN!, ¡al fin!-.

Recorrimos de nuevo los 7km de camino de cabras hasta llegar al camino empantanado, esta vez un poco menos encharcado, pero no por ello convertido en un lodazal.
-Mierda, se nos ha olvidado comprar la leña para el fuego-.
Vuelta de nuevo a la garita donde nos endiñan dos sacos de unos 20 kg por saco de leña.
Recorremos de nuevo el camino de 7km hasta llegar a la valla cuando nos paramos a preguntarnos -¿y donde narices cogemos la dichosa canoa?-.
Vuelta a la garita, -empiezo a odiar este maldito camino-, nos comunican que el chico de las canoas no está disponible entre semana, que tenemos que volver al pueblo y alquilar una allí. -Me cawen tu padre, ¿no nos lo podias haber dicho antes?-.

Regresamos al pueblo, donde pudimos alquilar una canoa de unos 3 metros de largo.
-La canoa esta de puta madre, molar... mola un rato, pero... ¿como cojones llevamos este trasto hasta el lago?-.

El chaval de la tienda sale con unos corchos y unas cuardas y nos ata la canoa al techo, -verás para volver con ese trasto sin un profesional que haga nudos-.

No hacemos mas que salir a la carretera y debido a que estaba de obras, pillamos un bache y la canoa empieza a destensarse. -Su puta madre-.
Llegado el camino de cabras, nos paramos a la entrada, apretamos la canoa y todo recto hasta la dichosa valla.

-Bueno... no ha sido muy complicado... esto... ¿te ha dicho que distancia hay hasta el lago?-. -Me ha dicho que 1km-.

"Se hace el silencio".

Una canoa de 3 metros y medio, 2 sacos de 20kg de leña, un saquito de 5kg de leña para encender, una tienda de campaña, 2 sacos de dormir, 4 mantas, 2 sillas, 10 litros de agua, una nevera llena de hielo y comida, 2 paquetes de 6 tercios de cervezas, 1 macuto con ropa, 2 salvavidas, 1 cubito con trastos, la parrilla, bolsa de trastos y 2 remos llevabamos en el coche.

"Se hace el silencio y comienzo a descojonarme como nunca".
-JAAAAAAAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA-.

-Bueno, vale, relax, hemos llegado hasta aqui, con lo que ahora no nos vamos a dar la vuelta. Metemos todo en la canoa, pillamos por los lados y tiramos con ella-.
Y una mierda, aquello pesaba como un todo terreno repleto de trastos.

-Quizás sea mejor empezar con la canoa-.

Nos la cargamos a los hombros, saltamos la valla como buenamente podemos y un rio de lodo nos espera frente a nosotros.

"Se hace el silencio"

-Que cojones-.

Me remango los pantalones, piso... -CUAAAAAAAAAAAAAJ-, medio metro de pie dentro del fango. -Podia haber sido peor-.
Cruzamos el embalse de barro y comenzamos a bajar hasta el lago.
-Efectivamente... esto es 1 km, ahora volvemos y cogemos los demas-.

4 viajes después y repletos de mierda hasta las orejas, cargamos todo en la canoa y cruzamos hasta la isla.

-Sinceramente... ha merecido la pena-.
Mientras derrotado me tomaba una cerveza fria, lleno de barro a mas no poder, sangrando de los picotazos de unos mosquitos del tamaño de un boing 747, me mantenia tambaleandome frente al perfecto paisaje soleado reflejado en el lago.

Después de todo y todo hay que decirlo, aquello era una maravilla.

Escrito por javi a las 10:34 a. m. - Ver comentarios

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