martes, julio 14, 2009
Bienvenida en Canadá
Una vez en el hotel y con las llaves en la mano, decidimos investigar la zona.
Canadá es un pais sorprendente en todos sus aspectos, y dejando a un lado lo de todo enorme, otra cosa que abunda son los bichos raros.

Una ardilla por allá, un pajaro estraño por acá, un mapache... -¿que cojones?-, -¿vosotros no teneis gatos y perros vagabundos?-. Parece ser que no.

El hotel estaba genial, 2 camas de matrimonio (digo yo que camas normales para alojar a gente grande), una televisión gigantesca (para variar), y lo mas curioso, un bater como para mear todo un equipo de futbol americano al mismo tiempo.
-Meee caaaawen dieee-, pero si voy a tener que atarme al techo para no caerme dentro.

Lo mas curioso sin duda de los hoteles en América es la máquina de hacer hielo.
-¿Porque no te coges el cubilete y te vas a coger hielo?-. -¿Que me vaya a coger hielo?, pero si estamos en Junio, hace tiempo que ya se deshizo la nieve-.

Curioso, en todos los pasillos existe una máquina de hielo, con lo que tu vas con tu cubilete, pulsas el botón y ¡voila!, se hizo el hielo.
Como hombre de las cavernas al descubrir el fuego, yo bailaba alrededor de la máquina cuando un niño rubio y gordito se me quedaba mirando mientras comía su piruleta gigante. -FIUUUGH-.


Tras aquella excursión por el pasillo y una buena bienvenida, llegó la noche y la hora de dormir (¡por fin!). Después de un día de mas de 24 horas despierto una buena dormilona no vendrá mal, cuando ya en gayumbos y tapaditos hasta las orejas, comienza a sonar la alarma de incendios y las luces a modo de corte electrico, parpadean hasta el punto de fundirse.
-¡¡¡¡El fin del mundo se acerca!!!!-. Con una camiseta y unos pantalones del revés y un pequeño y ceñido vestido sin ropa interior, bajamos al descansillo del hotel, donde gente en las mismas condiciones esperan a 5º en la calle.

Si el frio en Madrid parece frio, el frio en Canadá se te mete hasta los huesos, con lo que aquellos pezones punzantes eran imposibles de evadir con la mirada.
-Si este es el fin del mundo... ¡bienvenido sea!-.

Tras una larga espera y un registro por parte de los bomberos, volvimos a la habitación donde por fin pudimos dormir... hasta que... a las 2 de la mañana, la llamada de la naturaleza hace presencia, y frente al gigante retrete me presento, lanzo el primer chorrito cuando me doy cuenta de que el agua llega hasta la mitad del inodoro, corto el chorrito y me pongo a maldecir a todo dios, cuando ya sin aguantar continuo con la faena. Aquello que sube y sube, corto el grifo y aviso a la parienta.

-PSSS, ¡despierta!, ¡el WC está atascado y me estoy meando por la pata abajo!-.

Se acerca al bater, se asoma... me mira... se parte el culo de risa y se vuelve a dormir. -¿Pero que pasa?-.

En Norte América por alguna razón el agua SIEMPRE llega a mitad del retrete, tranquilo, puedes terminar sin ningún tipo de problema.
-JODER-.

Escrito por javi a las 9:18 a. m. - Ver comentarios

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