sábado, enero 03, 2009
La oficina
Cuando llegas el primer año a la universidad todo lo ves como un prado de rosas... todo te parece bonito, divertido e incluso interesante... vas conociendo a la gente, te echas tus primeras cartas y cuando te quieres dar cuenta... te encuentras con 12 suspensos en febrero.

Tras muchas tortas y como no, tus 3 periodos de estudio anuales... llega el día en el que te encuentras con tu último examen.
Allí estás... frente a la dichosa asignatura que desde el primer año dijistes... "esta para el final", mientras imaginabas el futuro con edificios metálicos, vehículos voladores y al humano con un dispositivo en el cogote por donde le inyectasen los conocimientos.

El día del examen entras en la clase y te paras a charlar con los profesores, "¿qué tal la parienta?, ¿como fué aquel proyecto?, ¿cuando vamos a jugar al tenis de nuevo?, ¿otra vez el Madrid campeón de Europa?", y al sentarte en la silla y mirar a tu alrededor... te encuentras con caras conocidas... pero que aunque con muchas de ellas no has llegado a hablar... para ti forman parte de tu vida cotidiana.

Cuando vas al tablón esperando ver el suspenso de costumbre... te encuentras con un 5 y entonces te das cuenta de la verdad... -has acabado-.
"Joder que chungo, he terminado la carrera".
Por un momento es inevitable acordarse de la película de "Cadena perpetua" y sentirse como aquel hombre mayor que el día que le dan la libertad se da cuenta de que su hogar está en la carcel.


Ha llegado la hora de trabajar en algo serio, y cuando te pones a mirar trabajos se te pasan varias cosas por la cabeza.
"Y a todo esto... ¿yo que cojones se hacer?".
Joder, te has pasado 6 años en la carrera y no sabes a que te dedicas, -¿alguien sabe a que se dedica esencialmente un teleco?.

Pues nada... a buscar trabajo de informático ... y ahí estoy.
Suena el despertador cada mañana a las 6.30 y piensas... "¿que tengo a primera hora...?, ¡mierda!, tengo que ir a trabajar".
Llegas a la oficina y como tu proyecto no empieza hasta febrero, te han dado un tocho de documentación para leer, pero con tu nivel de compresión adquirido en la universidad, consigues quitártelo de encima en los dos primeros días ("ahhh, a esto se dedica un teleco"), así que tienes que intentar divertirte sin que tu jefe se de cuenta de que no tienes nada que hacer.

Lo primero es intentar entretenerte con lo que tienes por la mesa.
Recuerdas aquel fabuloso día de clase donde vistes un ciervo por la ventana y aquel magnífico dibujo del Guernica en 3D, así que coges un cuaderno bien gordo y te dibujas toda la secuela de la batalla final de El señor de los anillos en el canto del cuaderno, de tal modo que al pasar las hojas a toda leche ves como se mueven los fotogramas.
-Jejeje-, esto produce una sonrisa de satisfacción en tu cara y el consiguiente codazo al compañero de al lado para mostrarle tu obra.
Este que si tiene algo que hacer, te mira con mala cara y sigue con lo suyo.

Has matado 1 hora de tu tiempo y aun tienes 7 por delante... "sus muelas...", así que mientras miras en la pantalla algo que hacer, divisas a tu compañera de enfrente tecleando 200 teclas por segundo.
No dudas en esconderte tras el monitor y lentamente ir deslizándote hacia un lado con una cara diferente cada 5 segundos... lo que produce un ralentizamiento en el tecleo de tu compañera y la siguiente mirada de sonrisa.

Cuando ya no tienes mas muecas que hacer y sientes que te estas rayando, se te ocurre volver a fastidiar al de la derecha, con lo que no dudas en prepararte todo un arsenal de papelitos y asaltarle tras la torre de tu ordenador cual escocés lanzando piedras a su enemigo.
Este que aun teniendo que hacer siente como ese pequeño niño surge de el, prepara otro arsenal y comienza la batalla campal, hasta que uno de los papelitos sale lanzado por el aire, arrastrado por la corriente del aire acondicionado... y mientras lo ves volando a cámara lenta cayendo precipitosamente sobre la mesa de tu jefe, tu garganta se encoje y no dudas en tragar "clung".

"Ejem", escuchas el gruñido de tu jefe y notas la siguiente mirada de asesino dirigida a tu grupo de mesas. Tu y tu compañero os ponéis a aporrear el teclado cual secretarias de los años 70 y tu compañera de enfrente no duda en echarse a reir "jijiji".

Miras el reloj gigante de la pared y ves la manilla moviéndose "clic", mientras en tu cabeza suena una especie de campanada cada 20 segundos "CLING"... ... "CLING".

-Ougn...- se te escapa un pequeño llanto y sigues mirando el ordenador...
Cuando ya no te queda mas que hacer y notas que has conseguido distraer a tus compañeros por completo, sabes que el día de hoy está totalmente perdido, con lo que lanzas la mirada del café. Esta se basa en un estiramiento de cuello por encima de las torres y una mirada fija a todo el personal de alrededor, lo cual todos interpretan como la llamada de auxilio.


Con un poco de suerte podrás estirar el café hasta la hora de comer y reengancharte de nuevo 3 horas mas tarde... si no... mas vale que se te ocurra algo mas que hacer o estas perdido.

Con lo bien que estaba yo en la universidad...

Escrito por javi a las 12:33 p. m. - Ver comentarios

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