miércoles, agosto 05, 2009
Las cataratas del Niagara
Seguíamos con nuestra racha de buena suerte y seguía estando soleado, con lo que aunque nuestro hotel estaba un poco alejado del centro, decidimos salir a pasear y aprovechar de tan buena mañana.

Según ibamos cruzando calles y pasando solares, llegue a la conclusión de que el pueblo de las Cataratas del Nigara ha debido de surgir a partir de las cataratas y con idea de turismo, ya que todos los establecimientos eran tiendas de recuerdos o restaurante y la mayor parte de los edificios (por no decir todos) eran hosteles y hoteles, nada de viviendas o fabricas.

Desde toda la zona se puede ver asomar la torre de las Cataratas del Niagara, llamada Skylon Tower. En lo alto de esta, se encuentra un restaurante giratorio desde la que puedes ver el lago Ontario, el Niagara y como no las dos cataratas, y todo el pueblo de la parte americana y de la parte canadiense.

Al aproximarte al centro puedes empezar a escuchar la caida del agua y ya en el horizonte por encima de los arboles puedes ver la nube de agua que se produce por la caida del agua.

-Ojooo, que pasada-. Las cataratas son impresionantes, aunque tengo que decir que lo que es el Niagara... da bastante asquito.
Para que os hagais una idea, imaginaros un lago que en un lado tiene un precipicio. En medio del precipicio, en la parte alta, hay una isla (parte del pueblo americano) y el corte que pega la isla, produce las dos cataratas que caen en el precipicio, desde el cual comienza el rio Niagara.

En el río puedes ver los barquitos que se acercan hasta el pie de la catarata mas grande (la canadiense) y ves como desaparece bajo la nube de agua.
Como no, es muy sencillo el imaginarte el barco en apuros y Superman volando en los alrededores salvando a todo dios, "ese si que era un super heroe".

Tras pasar por otro Tim Hortons y cargarnos con otra caja de donuts (que viva el colesterol), nos fuimos a caminar por la calle mas famosa de las Cataratas. Esta calle, que sube una colina, esta totalmente ambientada con atracciones y edifios extraños (museos de cera, casas encantadas, los famosos laberintos donde te metes, te pierdes y no se vuelve a saber de ti, el museo de cosas raras, el museo salvaje y como no, una noria). -¡Yo quiero subir en la noria!-.

Estareis pensando que la noria es posiblemente lo mas cutre de todas esas atracciones, pero es que la entrada a cada una rondaba los 25€ por persona, lo cual trás lo que nos quedaba de viaje no estabamos por la labor.

Terminado el paseo en la noria y habiendo parado a comprar embutidos, decidimos dar otra vuelta por la vega del Niagara y volver.

Cuentan las historias y los propios canadiensen lo afirman, de que el vino canadiense es uno de los mejores mundialmente hablando. Parece ser que antiguamente las viñas que tenian era muy malas, pero exportaron viñas europeas y debido a las condiciones climaticas en esa zona, consiguieron uno de los mejores vinos del momento. Por ello, toda la riviera del Niagara esta invadida de bodegas que producen su propio vino y que como no, aprovechandose del turismo realizan excursiones de catas de vino.

Tras una tarde muy agradable y ya caida la noche, decidimos volver y distrutar del "pedacho de yacuzzi de la muerte".

A la mañana siguiente tras un desayuno a cuenta del hotel, partiriamos a su casa, donde su familia nos estaba esperando.

Escrito por javi a las 12:17 p. m. - Ver comentarios

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