Allí estaba durmiendo, bajo mi colchón de lana gordo, con mi pijama de borreguillo, con la parienta hecha un burruño en el otro lado de la cama, espatarrado y en ese momento de consciencia donde averiguas que aún te quedan 10 minutos para dormir y los disfrutas como si en ello se te fuera la vida... cuando por mala pata lo piensas un segundo mas de lo debido y te desvelas. Miras el reloj y te das cuenta de que uno de esos 10 maravillosos minutos ha pasado y que el momento de levantarse es inminente.
-Joder-. Hagas lo que hagas y pienses lo que pienses tienes que ir a trabajar y por ello vas a tener que hacer el esfuerzo de moverte y empezar a vestirte.
Asomas un pie tembloroso por el borde de la cama, y no hace mas que asomarse tu dedo pequeño y entrar en contacto con el aire frío de tu cuarto, que todo tu cuerpo se arruga y se eriza como un pollo desplumado. -¡Su puta madre!, hoy va a ir a trabajar quien yo te diga-.
Metes el pie bajo las sabanas y te das la vuelta, con la esperanza de poder aprovechar los 7 minutos restantes, pero con la mala suerte de que el frío te ha llegado hasta los huesos y no te deja dormir, con lo que no haces mas que pensar en todo lo que tienes por delante del día.
Vuelves a mirar el reloj y las luces verdes de tus dígitos te hipnotizan. Lo que al principio son palitos que forman números, cambian de forma y se convierten en palabras del tipo a "no seas tonto y sigue durmiendo, o date la vuelta y haz como que no hubieses visto la hora".
Recuerdas aquellos maravillosos días de universidad en los que en lugar de dormir esos 6 minutos, los aprovechabas en autojustificarte con 101 razones para no ir a clase.
Toda la concentración necesaria para aprender a pilotar un submarino nuclear puede ser invertida en ese pequeño periodo de tiempo para llegar a la conclusión de que... "a primera hora tienes Física y como has faltado una media de 2 clases a la semana, lo cual supone un 45,5% del total, que restada aquella mañana que fuiste a tomarte un croisant a la plancha, que todo sea dicho, estaba de puta madre y habrá que ir a repetir, y aquella otra mañana, que por razones que no llegaste a comprender, decidiste darte la vuelta a mitad de camino, suponiendo que tus estudios se estiren un total de otros 3 años, y suponiendo que tu mejor compañero, que toma unos apuntes cojonudos y que por lo general, te los suele dejar, sería posible que si en lugar de levantarte en los 5 minutos restantes para ir a clase, te pudieses dar la vuelta y levantarte a las 12 de la mañana, y ya con la excusa de que es un poco tarde, irte directamente a por el pincho de la 1 y si tienes suerte empalmar con el laboratorio de la tarde".
Sin embargo ese tiempo ya pasó, y no haces mas que mirar la espalda de tu novia y pensar en lo sexy que está con ese conjunto de ropa interior que muy desinteresadamente le compraste para su cumpleaños.
Miras el reloj y te quedan 4 minutos. -4 minutos... 4 minutos...-, miras a un lado, miras al otro, -4 minutos...-. Le das un codazo como quien no sabe la cosa y lanzas una expresión de disculpa -chst, ayyy... lo siento, ¿te he despertado?-.
Ella refunfuña y tira de la sabana dejándote con los riñones al aire y encima con el mosqueo de no haber conseguido lo que te estabas proponiendo. -En fin... para 3 minutos que quedaban, pues mejor así-.
Das otro tirón y recuperas tu sábana -!JA¡, me voy a ir a currar, pero la manta me la gano yo-, con sonrisa de satisfacción y de gloria. -Otra batalla vencida-.
Miras el reloj y quedan 2 minutos. -Jooder..., y encima tengo el marrón este en la oficina...-, en lo que pensando se te cierran los ojos... primero uno... luego el otro... luego los dos...
Para cualquiera que pudiera verte estarías como Millán Salcedo de Martes y Trece en su famoso esquech de "¿Esta Encanna?".
En lo que sin verlo ni quererlo caes en un profundo sueño cuando el dichoso "click" y el consiguiente ruido de radio desintonizada trona en tu cabeza, y con un gesto rápido y un intento de suicidio con tu almohada, decides levantarte y enfrentarte al frío polar ártico que invade tu habitación mientras tu novia como una momia, se envuelve bajo las sábanas y se queda durmiendo.
Pero que injuuusta es la viiida.
Escrito por javi a las 8:07 p. m. - Ver comentarios