miércoles, enero 23, 2008
Welcome Sweden
Nada mas llegar a la residencia, me encontre con multitud de gente que llegaba de la universidad y estaban esperando a la recogida de sus llaves.

El primer momento de conocerse es el que siempre marca un antes y un despues, y ese es el momento en el que puedes planear que todo salga bien o que todo vaya mal. En mi situacion decidi dejar mi vergüenza a un lado y lanzarme a hablar con todo el personal que se me cruzaba... en fin... estoy de Erasmus, hay que hacer amigos.

Tras despedirme de toda la gente que estaba en la puerta del edificio y decir la tipica frase de -"see you later"-, cogi mi ascensor direccion a la planta 9.
Aun no habia abierto la puerta del ascensor, cuando un grupo de chavales que alli se encontraban susurran -este es de Madrid-.
Por alguna extraña razon, todos los españoles debemos de llevar un cartel en la cara que nos identifica, pues aqui todo el mundo nada mas verme suelta el comentario y toda la ristra de palabras que han aprendido en su periodo de intercambio -les espanioles son de puta madre, tu eres una maricona, Luis tocame la...-.

Al salir del ascensor y que mis vecinos me alojaran en mi habitacion, un paquistani que vive al comienzo del pasillo, me cogio del brazo y me metio para su habitacion.
Ese fue el momento en el que me di cuenta de que no tengo ni puta idea de hablar ingles, y de que va a ser hora de agudizar el oido. Aquel chaval era capaz de soltar una media de 500 palabras por minuto en ingles sin ningun tipo de confusion, con lo que te toca hacer uso de tus dotes de interpretacion y mientras mueves la cabeza levemente, dices cosas como -yes, sure, of corse, oh my god, really?, incredible, interesting- cada 30 o 50 segundos haciendole ver que sabes de que te estan hablando.
El problema de este metodo es que solo funciona mientras te cuentan su vida, pues en el momento que te hacen una pregunta... descubren el pastel.

Aquella noche se realizo la primera fiesta y comence a conocerme a todo el edificio.
El mejor modo de conocer gente es cogerte de la mano de alguien y bajar planta a planta todo el edificio parando a hablar con todo aquel que tiene su puerta abierta o circula por el pasillo.
Es increible la de sucesos que pueden ocurrir en tan solo 9 plantas...

Al llegar a la planta baja (la sala comun) y ya en plena fiesta, conoci al resto de gente de otras residencias que se apuntan a un bombardeo... y como no, a las increibles mujeres de intercambio que al igual que yo, han decidido venirse a pasar frio a este pais perdido en la mano de dios.

Escrito por javi a las 3:49 p. m. - Ver comentarios

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