martes, enero 22, 2008
El viaje
Tras el embarque y por fin encontrarme en el avion, me di cuenta de que mi historia habia comenzado.
Debido a problemas con la niebla, el avion llevaba un retraso de 30 minutos, con lo que el mensaje del piloto fue algo como "dense prisa en quitarse del pasillo que vamos con retraso".

Los viajes largos sin compañia son realmente horrorosos, con lo que intente hacer un acercamiento con un chico y una chica españoles que estaban a mi lado. Antes de darme la vuelta para preguntarles que de donde eran, me encuentro a los dos con un antifaz de pelicula porno amateur, con lo que di por entendido que en las proximas horas mi viaje lo haria en solitario.
Al otro lado del pasillo resulto que se encontraba sentado el actor de "Camera Cafe", el alto con gafas... con lo que para decirle algo como -¿Tu eres de camera cafe, verdad?, ¿la rubia esta tan buena como en la tele?- y que me mandase a la mierda, preferi no decir nada.

Como no hay nada mejor que hacer, te pones a curiosear y terminas jugando con todos y cada uno de los aparetejos del avion.
Lo primero es la bandeja que tienes justo en frente, toqueteas el cierre... la abres... la cierras... y cuando el de enfrente comienza a murmurear cabreado, la dejas en paz. Despues el cenicero (esperando encontrar alguna clase de tesoro) lo abres y cierras un par de veces e investigas lo que alguien dejo alli para que tu te lo encontraras.
Tocas la boquilla del aire acondicionado, tocas la manivela para reclinar el sillon, la luz de arriba y los 3 botones... hasta que al pulsar el del centro viene la azafata con cara de mal humor por haberla llamado sin necesidad.

Cuando no te quedan mas aparatejos que tocar, lo siguiente es la prensa y todos y cada uno de los papelitos que hay en la cesta a la altura de tus rodillas.
Alli, como en todos los viajes, se encuentra una bolsa para vomitar (la miras vuelta y vuelta). un carton con las indicaciones de seguridad en varios idiomas (te lo miras de arriba abajo), con un poco de suerte algun papel de un caramelo que alguien deposito alli confundiendolo con la papelera... y por ultimo la revista.
Sinceramente, la revista de los aviones es posiblemente una de las mejores revistas que existen, porque en sus a penas 80 hojas, puedes informarte desde las temperaturas en cada pais, como de deportes, politica, perfumes, viajes, escondites geograficos, novedades cinematograficas, etc, etc... y lo mejor de todo, totalmente gratis.
Es curioso que a los 10 minutos de haber despegado te viene la señorita con el carrito vendiendote prensa, cuando ya tienes ahi esa revista...

Pero claro... la señorita esta de tan buen ver, que le compras el periodico mas grande y en el idioma mas extraño que tenga, total... lo importante es el momento del cambio y se tiene que agachar.
Por alguna extraña razon, siempre te puedes encontrar con la azafata buenorra, el azafato que lleva alli muchos años y el que es un poco afeminado. El que es un poco afeminado es el mas llamativo, porque cada vez que pasa por la cortinilla que separa la primera clase de "la plebe", las abre cual mujer que aparece del baño con un picardias que deja caer con delicadeza.
Es normal que esto te haga sonreir cuando el te esta mirando y que seguidamente bajes la mirada a tu revista.

-Vaya, un pueblo aleman, situado en Brasil, repleto de italianos-.
Mientras lees un articulo tan interesante, es inevitable agudizar el oido y poder escuchar el pitido que produce con la nariz el chico de al lado totalmente dormido. Le miras a la nariz y puedes hacer un zoom mental y verle los pelillos vibrando con cada una de sus respiraciones.
Haces un gesto brusco para que se despierte y sigues con tu lectura.

Cuando por fin se habia despertado y pense que podria establecer una conversacion, se saca un par de tapones para los oidos y se queda mirando al frente. -¿Que cojones?-. Claramente ese chico no queria mantener alguna conversacion.

-Clin-, suena un pitido y se enciende la lucecita de ponerse el cinturon, -entramos en turbulencias, abrochense el cinturon-.
Es curioso el tema del cinturon, nada mas llegar te lo pones y la gente esta esperando cual lince a que la luz se apague para desabrocharselo... terminando por abrocharlo y desabrocharlo varias veces a lo largo del viaje.
Para los que no sepan que se siente cuando hay turbulencias, es algo como cuando eras pequeño y tu tan querido familiar te cogia de los brazos y te comenzaba a dar vueltas y vueltas... y a lanzarte al aire. El resultado es la cabeza ida y un mareo de tres pares de cojones... pero que como tienes que tener el cinturon puesto, no puedes ir al baño, con lo que si las turbulencias duran 1 hora, mas vale que no te marees, te mees o te cagues, porque la bolsita de papel por lo general suele tener algun agujero que algun gracioso hizo oportunamente en el viaje anterior.

Cuando salimos de las turbulencias se desperto la chica, con lo que el chaval se quito los tapones, -este es mi momento-, cuando les vuelvo a mirar y estan haciendose arrumacos... tal era el modo con el que ella le acariciaba la oreja, que hasta cai dormido de la tranquilidad.

Al despertar ya en Estocolmo, baje del avion y me puse en camino.
Por lo general en casi todos los paises, los carteles estan en el idioma del pais y en ingles... pues aqui no, con lo que buscar el autobus por 4 terminales, me llevo un buen rato, dando la casualidad de que al llegar a la parada del autobus, me encontre con un sueco-brasileño que papurreaba el castellano.
Gracias a el y a un amigo, consegui llegar al pueblo donde estoy y llegar a mi residencia.

Escrito por javi a las 12:37 a. m. - Ver comentarios

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