domingo, agosto 19, 2007
Londres 3º Parte
Cuando viajamos al extranjero, por curioso que parezca, tenemos tendencia a adaptar lo que allí nos encontramos para seguir con nuestras costumbres de origen. Al igual que nada mas llegar al supermercado el primer dia buscamos un bote de fabada Litoral, aquella noche antes de salir de marcha, nos compramos unas botellitas de ron y unos vasos de litro para tomarnos una copa antes de marcharnos de fiesta.

Por contradictorio que parezca, no por ser un pais del norte es mucho mas fácil encontrar cosas frias (como el hielo), al igual que en España te venden hielo hasta en el sitio mas insospechado, en Inglaterra es un bien escaso muy dificil de encontrar a "altas horas de la noche" (las 9.00 o las 10.00 para nosotros) con lo que las copas se preveian bien calientes y dificiles de tragar.

La situación en el hostal había cambiado por completo. Los dos chicos que tuvieron que dormir la noche anterior en otra habitación, ya estaban alojados en la nuestra y como "octavo pasajero" nos habían metido a un hombre japones de unos 50-60 años que raramente, había venido a pasar unos días con su novia a Londres. Digo raramente porque la novia dormia en la habitación de al lado. -¡Estas hecho un Don Juan!-.

Como los baños del hostal eran compartidos, teniamos que esperar a que estuvieran libres, hasta que llego mi turno. Preparo mis chanclas y mi ropa limpia y me dirijo a la ducha, cuando nada mas abrir la puerta del baño me encuentro con un ventanal gigante (sin cortinas o similar) que daba a un edificio situado a unos (10-15 metros), con otro gran ventanal en el cual se encontraban entre 3-5 chicas trabajando, de frente a mi ventana.
Si yo a ellos que tenian la luz encendida podía verles perfectamente, -¿porque ellos no van a poder verme a mi?- (pense).
Mire fijamente a una de las empleadas cuando veo que levanta la vista y sonrie, de algun gesto le debio de señalar a su compañera diciendola -otro-.
Alli estaba, con el dilema de quitarme la ropa y que el momento de oficina se convirtiera en un streaptease en directo no remunerado o marcharme sin duchar.


Una vez estabamos todos listos y en la puerta, cogimos el metro y nos pusimos de camino a la discoteca.
Para llegar a dicha discoteca teniamos que hacer dos escalas de metro y subir andando un buen trecho.

-Como me esta poniendo esa tia que tienes al lado-. Me dice uno de mis amigos en medio del metro.
Miro a mi derecha y veo a una chica chupandose un dedo.
-Me estoy poniendo enfermo de solo mirarla-.
Vuelvo a mirar y veo que la chica sigue haciendo gestos cada vez menos apropiados para el lugar en el que se encontraba.
-¿Como se dice fuerte en ingles?-. Pregunta otro de mis amigos.
-"Stronge"-, contesta la chica que tenia sentada a mi lado.

Tras un silencio absoluto en medio del metro, no dudamos en partirnos de la risa y ver como mi amigo se encendia como un gusiluz.
-Soys unos chicos muy divertidos-.
La chica resulto ser española y llevaba viviendo en Londres ya unos añitos, sin embargo debia de tener origenes de otro lugar pues no parecia española.

Al igual que a lo largo de todo el día tuvimos problemas de paradas en el metro, por la noche no fué menos... teniendonos que bajar después de una hora y pico, en una estación mas alejada que la prevista.
Cuando quisimos llegar a la discoteca, a eso de las 2 de la mañana, un par de amigos nos replanteamos si pagar 20-30 libras de entrada para estar solo dos horas, con lo que decidimos volver a casa paseando.

Después de memorizar las indicaciones del guía del grupo (bajar hasta el rio y luego seguir hasta la calle Oxford y por ultimo a la derecha), comenzamos con lo que se convertiria en una gran aventura.

2.15 a.m. Hora de partida de la discoteca.
Llegamos hasta la estación de metro de la cual habiamos salido y decidimos ayudarnos del mapa de metro para volver a casa.

3.00 a.m. -Oye tio... ¿ese edificio no te suena?-.
-¡Su puta madre!-. Habiamos vuelto a la discoteca de la cual habiamos partido.

3.15 a.m. Volvemos a la estación de metro y preguntamos a un chaval que por alli pasaba.
-Perdone, mire, queremos llegar a Hammersmith-.
El tio que se rasca la cabeza... -Hammersmith, Hammersmith, un segundo...-.
Se mete en un callejon y aparece un amigo suyo, con un traje gris a modo de minero de los años 50, con una gorrilla y con cara de malechor.
"De aqui salimos en calzoncillos".
-Hammersmith esta muy muy muy lejos... teneis que ir todo el tiempo para el oeste, oeste, oeste y despues llegar a Oxford y bajar a la derecha-.
Las indicaciones nos resultaban familiares, con lo que decidimos hacerle caso.

3.30 a.m. Uno de mis amigos comienza a quejarse de que le duelen los pies y de que esta cansado de andar.

3.45 a.m. Sus quejidos eran cada vez mas insoportables y cada vez teniamos menos idea de donde estabamos.

4.00 a.m. Decidimos parar en una gasolinera a preguntar.
Nada mas entrar a la gasolinera, nos encontramos con un par de hombres negros que atendian el sitio.

-Hola, mire, perdone, ¿donde esta Hammersmith?-.

Cada uno de los hombres tenia una personalidad diferente, uno de ellos el típico negro de las películas americanas que habla con voz de pito y muy rapido haciendo bromas, y el otro con toda su pachorra hablando tranquilamente.

-¿Sabeis usar un mapa?-.

Nos miramos con cara de incredulos y le contestamos, -si-.

El hombre muy amable, saco un mapa y lentamente comenzo a buscar origen y destino...
-Nosotros estamos en... (mirando el listado de calles)-.

A todo esto, nos fijamos que el otro hombre, aprovechaba cada vez que venia un nuevo cliente y le susurraba -estos se van a Hammersmith-, y mientras golpeaba el mostrador de la risa, el cliente se marchaba riendose.

-...y vosotros quereis ir a...- (continuaba el otro hombre).

-¡Oye!, que estos chavales van a Hammersmith andando-. Le decia a un nuevo cliente y repetia la jugada.

-...veamos... la distancia que hay es de...-.

Llega un nuevo cliente. -Estos tres van a Hammersmith andando-.
El chico de la gasolinera que no se aguantaba mas y estaba a carcajada pelada con el nuevo cliente se pararon a observar la distancia del mapa que su compañero habia calculado. Para que os hagais una idea... era como si te plantas en "Avenida de America" y le preguntas que donde esta "Aluche".

El cliente se nos acerco para confirmar la real locura que le estaba comentando el de la gasolinera, cuando dijo la frase mítica de esa noche.
-¿Vais a Hammersmith?-, -si-, ¿en coche?, -no-, ¿¡¡Estais de cachondeo!!? (con la mirada fija y moviendo levemente los labios y con esa voz de pito que ponen en las peliculas de comedia americanas). No pudimos evitar el echarnos a reir y marcharnos de la gasolinera mientras los tres hombres rumoreaban -estos chicos estan locos-.

El hombre de la gasolinera nos comento de coger un autobus que nos dejaria en una estación central donde deberiamos de coger otro autobus, asi que siguiendo sus indicaciones y tras coger el primer autobus, la última parada nos dejo en medio de un barrio completamente vacio en el cual no había ni una maldita parada de autobus, ni central, ni leches.

Escrito por javi a las 11:12 p. m. - Ver comentarios

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