sábado, junio 18, 2005
Torrejon's Partys
Para la mierda de pueblo que tengo, las fiestas son las mejores fiestas de todo Madrid, nada que envidiar a otras que conozco.
Un lago inmenso con mas de 1000 personas en ambiente de juerga y de risas rodeandote, montones de conocidos abrazandote y saludandote. Son las fechas para ver a gente que nada mas que veo en fiestas. El duendecillo de las fiestas me dijeron, Javi el fiestas xD.

Todo comenzo a las 11 de la noche rumbo a cenar a un italiano. 17 personas en una furgoneta de reparto, recordando las viejas chanzas, curva que viene, curva que va.
El italiano resulto ser de lo mas formal, así que destacabamos entre la normalidad con nuestros pantalones llenos de mierda, recordando antiguos tragines por el cesped y mas de dos cubatas derramados accidentalmente, y nuestra camiseta con el monstruo de las galletas y el slogan "¡Te voy a comer todo el galletón!" (agradecimientos a Saul por la originalidad en el diseño, a imprentas Jimenez por la impresion, y al gitano del rastrillo por la buena calidad de sus camisetas).

Después de la cena y unas risas con el camarero, que resultó ser gaditano y no se sabía el nombre de las pizzas... (una con sampiñón y algo que parese jamón??, esz que llevo un pa de días aqui y no controlo la carta pisha), rumbo para el campo de batalla.

Se nos habían adelantado, la gente comenzaba a estar mas feliz de lo normal y todavía no habían traido el ron. Por suerte un alma caritativa hizo una donación y nos alegro la fiesta.
Reencuentos con viejos amigos, vecinos, compañeros, antiguas esperanzas, mas de una sorpesa (Javi, me he prometido, y tengo que pedirtelo, prometeme que celebrarás mi despedida de soltero xD) y mas de un par de frescas cariñosas... la noche comenzaba del mejor modo posible.

-¡¡¡Tio!!!, buaaaaaaaaaaaaaaa, ¡¡¡¡¡que guapo te veo!!!!!, joder cuanto tiempo-. El Chuchi: dicese del amigo conocido en la universidad y archiconocido por el barrio. Sin el nada sería lo mismo, sus charlas inmemorables de mas de 200 minutos sin pausa para respirar y ni un solo pestañeo (imposible de superar, es mi heroe :D).

Sin verlo ni quererlo me dieron en la espalda, mi vida comenzó a pasar a camara rápida por delante de mi (mi primeros pasos, mi primera novia, mi primera cerveza, mi primera vez, mi primer beso), el mini se apresuraba a la velocidad de la luz hacia el suelo, el choque era inminente, me latia el corazón a 100 por hora. El golpe me destrozo, gritos y llantos demostrando un dolor inexplicable. La gente del alrededor me miraban y se levantaron a animarme, tranquilo, te daremos otro... ¡¡Jose tio!!.
Como Jesucristo con sus pelos y su aura, aparece entre las tinieblas. -Tranquilo, yo te invito a ron, sigueme-.

Comenzamos a andar en dirección a la oscuridad, del José, cualquier cosa, el tio mas majo del mundo. LLegamos aun Talbot de hace 30 años con cierre centralizado, elevalunas electrico, dirección asistida... le da a un boton y se abre el maletero. 12 botellas del mejor ron de Cuba frente a mis ojos... -¿estaría soñando?-

Unos tipos, raros raros, aparecieron con tambores de mas de medio metro de altura. Ni Carlignos Braun, aquello sonaba de muerte... la gente comenzo a levantarse y a bailar al son del ritmo brasileño. Tan solo serían las 4 de la mañana, y todo iba de mejor en mejor.

-¡Buceadores!-, grito algún tipo de las cercanias. La gente se aglomero alrededor del lago y comenzó la carrera.
Normas: Dos borrachos muy borrachos sin pensarselo dos veces se lanzan al lago y comienzan a nadar, los espectadores tienen que animar al nadador mas cercano a tu orilla, prohibido lanzar cascotes e insultar. El ganador, ademas de una intoxicación, se lleva el respeto de todo el lago.

Nuestro nadador se hundió en medio del lago siendo descalificado, pero como dicen, lo importante es participar.

La gente comenzaba a desperdigarse, la basura resurgia entre la gente, la noche estaba a punto de terminar, pero no antes sin hablar con antiguas amistades...

El fin de la noche estaba cerca, se comenzo a fundir la noche con el día, el tiempo pasaba volando... hasta que habrí un ojo... que mejor amanecer que tirado en el cesped con buena compañia y tan buen rollo encima...

Camino para casa a cuatro patas como el buen hombre pronosticó, me encuentro con un grupo de borrachos en la misma dirección. -¡CONGAAAA!- comenzo el trenecito de borrachos -cha cha cha cha cha, chá, cha cha cha cha cha, chá-. Hasta que por fin el trenecito de la felicidad me dejó en la puerta de mi casa...

Una experiencia que habra que volver a repetir esta noche.

Escrito por javi a las 1:34 p. m. - Ver comentarios

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