viernes, enero 12, 2007
Real o lógico
¿Nunca os ha pasado que alguna mañana os levantais con mas sueño que el día anterior?. Teoricamente en mi despertador ponía las 9.00, cuando después de terminar de vestirme, peinarme y lavarme los dientes, me doy cuenta de que pone las 8.29.
Aún sigo pensando, como después de haberme vestido por completo delante del despertador y haberme quedado mirandolo cosa de 5 minutos para esperar a que saltará la alarma, no he llegado a la conclusión de que seguía sin ser las 9.00.

Esto me recuerda a una mañana de mis primeros días de instituto.
Por alguna extraña razón, mi instituto era el único de la localidad que abria a las 8.00 de la mañana. Desde el principio decidí que jamás cogería el autobus y que iria andando, era un modo de ahorrarte una pasta todas las semanas y de llegar semidespierto a clase.

Por aquel entonces, ya tenía un grupito de amigos e ibamos todas las mañanas juntos al instituto. Recuerdo que eran épocas de revolución, y poco a poco modificaba mi peinado de "raya a la derecha", por pelo "alborotado". No se si por vergüenza o porque era un cambio demasiado radical, opté por echarme agua en lugar de gomina.
Cuando sales en pleno invierno, a las 7:15 de la mañana a la calle es como si un tio de dos metros y medio con un remo te azotara una y otra vez en los riñones.

Nosotros solíamos quedar a eso de las 7.30 en el portal de un antiguo compañero, donde después de reunirnos partiamos hacia el instituto (el camino es una media hora, mas o menos).

Recuerdo aquella mañana como si fuera ayer... acababa de despertarme de sobresalto de la cama porque llegaba tarde, mire el reloj y eran las 8.00.
El llegar tarde a la primera clase era lo peor que podia pasarte, porque por lo general el profesor de la primera hora siempre era alguno de los mas seberos.
Me puse la ropa lo mas rápido posible, me tome un vaso de leche bebida y salí corriendo para casa de mi amigo.
Nada mas salir el frio era terrorífico, recuerdo el ir tocandome el pelo y sentir como el "agüilla" se iba congelando quedandose como la gomina.
La calle estaba desertica... no había un alma... Al pasar por la parada del autobus no había nadie, como si de un día festivo se tratara. Pense que probablemente fuera fiesta en Madrid, con lo que no le di mucha importancia.
Llegué a casa de mi amigo y llame al telefonillo, pero nadie contestaba... seguí insistiendo un poco mas "este cabrón ya se ha vuelto a dormir", pero nada... En aquel momento caí en cuenta de que llegaba tarde cosa de 30 minutos, con lo que aún totalmente dormido, empecé el camino yo solo a buen paso.

Todas las mañanas soliamos pasar por delante de una cafeteriía que a primera hora les llevaban los churros, algún que otro día soliamos meter la mano por la berja y mangarle unas porras para el camino... pero aquel día la cafeteria también estaba cerrada.

Ya por curiosidad miré el reloj para ver cuanto tiempo llegaba tarde... cuando veo que pone las 3:40.

La cara de imbecil que se te queda en ese momento no tiene precio... allí estaba, a casi las 4.00 de la mañana, a tomar por culo de mi casa, camino del instituto que abria dentro de 4 horas, y por si fuera poco casi corriendo y encima solo.

Por suerte hoy tan solo fué media hora, pero aún así... tengo que cercionarme mas de que hora es antes de levantarme.

Escrito por javi a las 8:43 a. m. - Ver comentarios

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