Me levanto a eso de las 3 de la madrugada, me despierto y me desvelo y me quedo como inmovil tumbado en la cama, los ojos como platos fijados en un punto. Al cabo de un cuarto de hora el punto recobra vida y me saluda -¿que hay de nuevo, otra noche sin dormir?-, extrañado le contesto, -eh.. si... otra noche mas-.
Se vuelve a hacer el silencio en mi cuarto. Miro el reloj, veo los minutos pasar como horas, fijo inmovil con el brillo verde iluminando mi cuarto. Intento distraerme mirando formas, sombras que al igual que el punto, recobran vida y me saludan -hay que ver que vida esta, toda la noche con el resplandor del despertador, sin poder dormir, ¿porque no eres tan amable de echarlo hacia la cama y dejarme descansar?-, yo que me rasco los ojos, y pienso que me estoy volviendo loco, muevo el reloj hacia la cama y la figura desaparece entre las sombras. Me vuelvo a sentir solo, una soledad que me llena y que no consigo apartar de mi. Recuerdo las decisiones que tome en el pasado, el camino que elegi, ¿fue el correcto?, no podria serlo si la unica causa por la que lo temia, se ha hecho realidad y es la culpable de mi insomio.
El sueño empieza a apoderarse de mi de nuevo, pero mis ojos lagrimosos, como los de un buho en las tinieblas, no parpadean ni un segundo, como dos puntos fijos e inquietantes en un rincon de mi litera. La cama comienza a moverse, caigo por una rampa hacia el vacio, solo hay niebla en su interior. Me agarro con fuerza a las sabanas, pero el peso del agujero comienza a absorver todo lo que me rodea, el reloj, las sombras, el punto... hasta quedarme colgando de la sabana y falto de esperanzas me suelto y todo se convierte en un profundo grito...
Me despierto de golpe, sin sabanas en mi cama, sudando de calor y con la piel helada, miro al despertador, ligeramente inclinado hacia la cama, son las 3 de la mañana...